En 2025 el panorama lector ecuatoriano muestra una convivencia dinámica entre canónicos del siglo XX, voces contemporáneas que han trascendido fronteras y nuevas propuestas locales que se nutren de redes sociales, ferias independientes y ediciones en lenguas originarias.
Metodología y alcance
Para perfilar los títulos y autores más leídos en 2025 se integraron varias fuentes y criterios: listados de ventas de librerías independientes y cadenas nacionales, estadísticas de préstamo de bibliotecas municipales y universitarias, presencia en planes de estudio secundarios y universitarios, datos de consumo en formato digital (e-book y audiolibro) proporcionados por plataformas hispanohablantes, y señales de repercusión en redes sociales literarias (reseñas, clubes de lectura, #Bookstagram y BookTok en español). Cuando no existe una cifra oficial, las observaciones se presentan como estimaciones basadas en tendencias de mercado y culturales con el fin de ofrecer un panorama interpretativo y accionable.
Obras atemporales que conservan su popularidad
– Jorge Icaza — Huasipungo. Pervive como lectura central por su función histórica y didáctica: aparece con frecuencia en programas escolares y en reediciones críticas que la sitúan en discusiones contemporáneas sobre medio ambiente, trabajo y representación indígena. Las ediciones con notas y prólogos de académicos atraen tanto a estudiantes como a lectores adultos interesados en el contexto social.
– Juan León Mera — Cumandá. Sigue siendo referenciado como texto fundacional del imaginario nacional y se lee en contextos literarios y de revisión histórica. Su continuidad en antologías del siglo XIX impulsa su circulación.
– José de la Cuadra — Los Sangurimas. Este volumen, con sus adaptaciones para el teatro y sus enfoques académicos sobre el realismo de la región costera, atrae a nuevos lectores gracias a las ediciones educativas y a los círculos de lectura en la costa.
Poetas modernistas y vanguardistas (Medardo Ángel Silva, Arturo Borja, etc.) mantienen presencia en antologías y en programas de poesía de radios universitarias, lo que asegura una circulación sostenida entre lectores jóvenes y académicos.
Autores actuales más populares en 2025
– Mónica Ojeda. Se ha establecido como una de las escritoras jóvenes más populares, y su estilo narrativo, que aborda el horror psicológico, el cuerpo y la adolescencia, ha cautivado a lectores tanto a nivel nacional como global. Sus trabajos, como Mandíbula (conocida por su fuerza y originalidad estructural), son habituales en selecciones de lectura para jóvenes y en círculos de lectura.
– Gabriela Alemán. Sus novelas y relatos, reconocidos por su economía narrativa y exploración de lo urbano y lo liminal, mantienen circulación en ferias y traducciones que han ampliado su audiencia. Títulos como Siberia se leen tanto en España como en América Latina.
– María Fernanda Ampuero. Su labor en el ámbito de la crónica y los relatos (como los compilados en Pelea de gallos) ha cultivado una audiencia lectora comprometida, cautivada por su prosa incisiva y su perspectiva aguda sobre la violencia y las cuestiones de género. Sus escritos gozan de amplia difusión en plataformas digitales y a través de traducciones a idiomas europeos.
– Javier Vásconez y otros escritores experimentados continúan siendo estudiados por su destreza y el impacto que ejercen en las nuevas generaciones; sus relatos y obras de ficción se incluyen en programas académicos y compilaciones actuales.
Valoración territorial: litoral, cordillera y selva
– En la Sierra, la lectura académica y escolar favorece autores vinculados al canon nacional y a la reflexión social: Icaza, Adoum, poetas modernistas. Asimismo, hay interés creciente en literatura urbana contemporánea que retrata la vida en Quito.
– En la Costa, la tradición de novela regional y de relato costero mantiene vigencia; autores que exploran la identidad afroecuatoriana y la cultura litoral (clásicos y contemporáneos) han aumentado su visibilidad gracias a proyectos editoriales locales y festivales literarios en Guayaquil y Esmeraldas.
– En la Amazonía, la producción en lenguas originarias y las memorias indígenas han empezado a circular mucho más a través de editoriales comunitarias y proyectos de traducción al español, lo que ha incrementado la lectura de textos que combinan testimonios, ensayo y literatura.
Literatura afroecuatoriana e indígena: crecimiento notable
Las expresiones literarias afroecuatorianas y las obras en kichwa, junto con otras lenguas ancestrales, vieron un incremento constante en su audiencia durante el año 2025. Este fenómeno se nutre de:
– Publicaciones menores y autoediciones con fuerte impacto local. – Programas de fomento a la lectura en territorios rurales y urbanos periféricos. – Traducciones y adaptaciones que permiten accesibilidad a audiencias nacionales e internacionales.
La presencia de autores y obras de ascendencia afrodescendiente e indígena se ha vuelto más notoria en eventos literarios y discusiones sobre pluralidad cultural, lo que a su vez ha impulsado su inclusión en las colecciones de las bibliotecas públicas.